Grandes intérpretes de Viena para grandes obras universales.

La exigente carrera musical y la apretada agenda de los músicos de la Filarmónica de Viena hace que reunir a los mejores intérpretes de viento de esta agrupación encima de un escenario sea una cita ineludible para el público. En el programa, piezas universales interpretadas con la delicadeza y la experiencia vienesa, un viaje desde Mozart a Francaix.

Sophie Dervaux es la solo fagot de la Filarmónica de Viena y de la Orquesta de la Ópera de Viena, ciudad en la que vive desde 2015, después de ser la solo contrafagot de la Filarmónica de Berlin. Embajadora y defensora del fagot, Dervaux lleva su pasión y excelencia por las salas de conciertos más importantes del mundo.

Tal y como lo define el Berliner Zeitung, el estilo de interpretación del flautista Karl-Heinz Schütz se mueve entre la ligereza y la sorprendente riqueza de tonos. Solo flautista de la Filarmónica de Viena y de la Orquesta de la Ópera de Viena, disfrutó de un grato reconocimiento en su paso por la Filarmónica de Stuttgart y la Sinfónica de Viena. Schütz es un apasionado de la música de cámara y forma parte de la prestigiosa Ensemble Wien-Berlin.

Daniel Ottensamer nos deleita con «una técnica perfecta, un tono impecable lleno de suavidad sensual y un pianissimo encantadoramente delicado»*1. Como solista y músico de cámara, así como en su función de clarinetista principal de la Filarmónica de Viena, Ottensamer ofrece conciertos con reconocidas orquestas e importantes personalidades artísticas en los centros musicales más importantes del mundo. *Reutlinger Nachrichten

Uno de los instrumentos más característicos de la Filarmónica de Viena es, sin duda, el cuerno vienés, un instrumento muy especial. Ronald Janezic nos descubre los secretos de este instrumento tan especial, construido de manera diferente a los cuernos normales. Con un sonido más brillante y lleno de matices. El cuerno vienés de manos de Janezic resuena aterciopelado y radiante en la Orquesta Filarmónica de Viena desde 1992.

Clemens Horak entra, en 2003, a formar parte de la Filarmónica de Viena como primer solo oboe. En la escena internacional es una de los solistas más solicitados del panorama musical. Horak, además de ser «un rebelde al oboe»*2 , es uno de los pocos especialista en los solos de oboe de la literatura orquestal.

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*1 Reutlinger Nachrichten

*2 Neuen Zürcher Zeitung